Los dos modelos presentados anteriormente representan dos posibles ponderaciones de las tres dimensiones de la sostenibilidad.

El modelo de tres pilares considera que las tres dimensiones de la ecología, las cuestiones sociales y la economía son independientes y equitativas y formula la declaración central: "La sostenibilidad solo se puede lograr con la misma consideración de las tres áreas".

Por definición, la sostenibilidad solo se garantiza mediante la integración de las tres dimensiones. Sin embargo, en el modelo de tres pilares, las tres dimensiones también existen por separado, lo que es posible como un modelo conceptual abstracto, pero no ocurre en la realidad porque los problemas sociales y económicos siempre están integrados en un ecosistema.

Este hecho es tomado en cuenta y reflejado por el modelo prioritario de sostenibilidad y representa las dimensiones individuales en su relación e interdependencia.

El mensaje clave del modelo prioritario es: "No hay economía sin sociedad, no hay sociedad sin ecología".

Esto refleja la situación actual de nuestro planeta, porque el ecosistema ya existía durante cientos de millones de años sin los humanos, sus estructuras sociales o sus actividades económicas.

Más bien, son las estructuras dominantes de las dimensiones sociales y económicas de la humanidad las que han llevado al ecosistema global al borde del colapso.

Por tanto, el modelo prioritario servirá como fundamento espiritual para el trabajo de la asociación y alineará el trabajo de la asociación en la medida en que el nivel ecológico debe ser tenido en cuenta en todas las iniciativas de la dimensión social. Lo mismo se aplica, por supuesto, al diseño de todas las iniciativas en la dimensión económica, que debe tener en cuenta tanto el nivel social como el ecológico.

Esto significa un verdadero cambio de paradigma en la actividad humana y fundamentalmente cuestiona los estatutos que se encuentran tan a menudo en la actualidad, "la maximización de beneficios y el beneficio económico son el principio más importante".

Más bien, en esta nueva o vieja perspectiva (todas las culturas indígenas de nuestro planeta han conocido y vivido estos principios), la orientación principal de todas las actividades sociales y económicas debe coordinarse con un efecto beneficioso sobre el ecosistema. Esta es la única forma de garantizar una verdadera sostenibilidad a largo plazo y durante muchas generaciones.

En otro modelo de sustentabilidad, que fue desarrollado por miembros de la Red Global de Ecoaldeas (GEN), existe otra cuarta dimensión de sustentabilidad, la de la cultura.